
Angela Davis y Naomi Klein participan en una charla organizada por ‘The Rising Majority’, una coalición antirracista y anticapitalista de organizaciones y movimientos, para evaluar colectivamente este momento y buscar soluciones concretas para esta crisis sin precedentes.
“Hace 15 años que las personas manteras seguimos unidas manteniendo la lucha por los derechos humanos. A pesar de que la policía nos persigue, los políticos nos utilizan y los medios nos criminalizan, a pesar de sobrevivir con 200 euros al mes, si hay suerte. Durante este tiempo pasado en la vulnerabilidad hemos vivido algunos aprendizajes que queríamos compartir por si hoy os pueden ser de ayuda a vosotras. Aprendizaje #1: La creatividad es revolucionaria. Os animamos a usar vuestra creatividad para pensar cómo podemos cambiar nuestro modelo de vida y poner en el centro a las personas cuando el virus pase. Aprendizaje #2: Compartir el dolor. (…) Al final, vulnerables en mayor o menor medida, lo somos casi todas. Que hablen las mujeres, las personas que aman diferente, las ancianas, las trabajadoras del hogar, las cajeras de supermercado que no ganan ni para pagar el alquiler (…) No nos une el dolor sino la respuesta al dolor”.
El 3 de abril Top Manta, la marca de ropa impulsada por algunas personas del Sindicato de Vendedores Ambulantes de Barcelona, empezó a compartir en su cuenta en Instagram algunos aprendizajes para enfrentarnos al momento de emergencia que estamos viviendo y a la crisis que seguirá.
Mientras Top Manta regalaba sabiduría a quien la quisiese recoger, al otro lado del mundo, en una charla online en directo, Angela Davis y Naomi Klein también compartían sus ideas sobre cómo fortalecer los movimientos sociales en la época del coronavirus. Muchas personas conocen estas dos líderes, la primera siendo una activista, filósofa, escritora y educadora feminista afrodescendiente estadounidense de reputación internacional y la segunda una escritora, activista y cineasta canadiense conocida por sus críticas al capitalismo y a la globalización corporativa.
Como si hubiera un hilo rojo a enlazar estos discursos, Angela Davis al final de la charla compartía el deseo de crear conversaciones globales que involucren a personas de África, de América Latina, de la India, convencida de que, para un cambio profundo, tenemos que aprender de la gente que viene de otras vivencias, de otras partes del mundo y que busca abordar esta crisis de manera creativa.