1914. Jean Jaurès pacifista.

El 31 de julio de 1914, a los 55 años, fue asesinado en París Jean Jaurès por un ultranacionalista francés. Su defensa de un acuerdo negociado entre Francia y Alemania, su antimilitarismo y pacifismo militante fueron los causantes de su pena de muerte. Al recordarlo, tres años luego de su asesinato, Trotsky, quien lo llamó el “más grande de los hombres de la Tercera República”, concluyó: “Jaurès, atleta de la idea, cayó en la arena combatiendo el más terrible azote de la humanidad: la guerra. Y pasará a la historia como el precursor, el prototipo del hombre superior que nacerá de los sufrimientos y las caídas, de las esperanzas y la lucha.” jaures01

Acostumbrados como estamos a que se celebren centenarios, bicentenarios de batallas, guerras donde las personas eran masacradas, por los intereses económicos de unos pocos, en nombre de la patria o la libertad, recordar a Jean Jaurès este 2014 puede ser una idea interesante.

«A través de las calles de Europa aparecía cada pueblo con su pequeña antorcha, y ahora ahí esta el incendio (…) La política colonial de Francia, la política hipócrita de Rusia y la brutal voluntad de Austria han contribuido a crear la situación terrible en la que nos encontramos.
Europa se debate en una gran pesadilla (…)
Ciudadanos, a pesar de todo, y os digo ésto como una especie de desesperación, no hay más que una posibilidad de mantener la paz y de salvar la civilización, desde el momento en que estamos amenazados de muerte y salvajismo, la de que el proletario reúna todas sus fuerzas, y que todos los proletarios, franceses, ingleses, alemanes, italianos, rusos, pidamos a esos millones de hombres que se junten para que el latido unánime de sus corazones aleje la horrible pesadilla.» Jean Jaurès: Discurso en Lyon, 23 de julio de 1914.

Combatió el peligro de la guerra europea con pasión, especialmente tras el estallido de las Guerras Balcánicas en 1912-1913. Se opuso a la ley que alargó a 3 años el servicio militar obligatorio. Ante el ultimátum austríaco contra Serbia, tras el asesinado del Archiduque Francisco Fernando en Sarajevo, Jaurès se distanció de la ola chauvinista que crecía en Europa. Su asesinato no fue producto de la casualidad, sino el último eslabón de una campaña de odio, mentiras y calumnias que mantenían contra él sus enemigos. Al finalizar la guerra de 1914-1918 y como reacción a la masacre que ocasionó, muchos municipios franceses colocaron a calles y plazas su nombre, recordando su papel de firme opositor a dicho conflicto. También el Metro de París puso su nombre a una de sus estaciones.

«Confiábamos en Jaurès, en la Internacional Socialista, creíamos que los ferroviarios volarían las vías antes de cargar a sus camaradas hacia el frente como animales hacia el matadero, contábamos con que las mujeres se negarían a sacrificar a sus hijos y maridos al dios Moloc, estábamos convencidos de que la fuerza espiritual y moral de Europa triunfaría en el último momento crítico. Nuestro idealismo colectivo, nuestro optimismo condicionado por el progreso nos llevó a ignorar y despreciar el peligro» (Stefan Zweig, El mundo de ayer, Barcelona, 2001, p. 257)

Es mas que seguro que nos separan importantes ideas de Jaurès pero nos une su pacifismo, su defensa de la humanidad. Mejor celebrarle a él que rememorar batallas disfrazados de soldaditos. Son los valores humanitarios los que se deben destacar en las conmemoraciones y renunciar a la vieja escenografia castrense de cañonazos y desfiles. Aprovechar las mismas para resaltar unos principios que rechazen la violencia como fin y que permita a las siguientes generaciones resolver sus conflictos a traves del dialogo y del acuerdo.

 AZKEN AGURRAREN NEGARRA GORKA KNÖR     http://youtu.be/UBjeLttUnJE

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